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TU BLOG DE RUTAS POR ANDALUCÍA

lunes, 8 de agosto de 2011

REFLEXIONES EN LA CARRETERA: VIAJAR SIN PREJUICIOS

Este verano he tenido la suerte de salir de viaje a Francia; concretamente a la región de París, y he tenido la fortuna de viajar con personas que han vivido durante muchos años allí, y la suerte de convivir entre sus familiares y amigos. Cuando uno viaja a un lugar que no conoce, es fácil dejarse llevar por los tópicos que nos muestran en las películas o en los dibujos animados (Los Simpsons para esto son geniales), y por otro lado, personas que han viajado antes que tu, nos bombardean con información sobre la impresión que se llevaron ellos. Aunque me considero una persona muy tolerante, que no le gusta generalizar, y que piensa que cada persona es única e intransferible, no puedo negar que partí desde Andalucía con una idea preestablecida de lo que quizás podría encontrar en Francia. Por un lado fueron muchos los que me dijeron que en Francia se come fatal y que iba a pasar más hambre que un caracol en un espejo; que allí todo es carísimo y que llevara un buen fajo de dinero porque iba a volver sin un duro; que en el metro no se podía respirar del olor tan fuerte que había a humanidad; y que no iba a encontrar ni a un francés agradable, porque todos son bastante antipáticos con los extranjeros. Por otro lado, yo tenía la imagen del francés que va vestido con la camiseta blanca de rayas negras, con la boina dejada caer hacia un lado, el pañuelo atado al cuello y un ridículo bigotillo adornando la cara, mientras que su piel es blanca como la mía -“Allí no desentonaré”- pensaba mientras iba en el coche…¡Un mojón “pa” mi! Allí la gran mayoría es tan morena como aquí en España, y cuando Antonio les decía que éramos unos amigos de Andalucía no se lo creían porque decían que estábamos muy blancos. Menos mal que la historia de que una antepasada hispana fue violada por un pirata vikingo que veraneaba por las costas andaluzas era creíble hasta cierto punto, jejeje.

Con respeto a la indumentaria francesa, es igual que la nuestra, y si no fuera por la diferencia del lenguaje, parecería que estuviéramos en cualquier punto de España. En lo de comer, debo decir que yo no he pasado nada de hambre, y que de hecho, algunas noches mi parienta y yo teníamos que decir que nos quedábamos en casa para cenar únicamente un yogurht y alguna fruta porque teníamos el estómago trabajando lo de días antes. En Francia se come mucho, y los platos típicos que hemos degustado nos han encantado, al igual que la suculenta repostería (los croissants estaban cojonudos). Pero si se come mucho, se bebe más; me he pasado casi todas las vacaciones medio borracho, porque allí comienzan con el aperitivo de antes de comer a las 12:00, y nada de cervecitas… el aperitivo se hace con bebidas que superan fácilmente los 40% de alcohol (rones de 54%), y como el Ricard a mí no me gustó mucho, pues un par de lingotazos de Whisky no me los quitaba nadie antes de comer. Durante la comida corría el vino de todo tipo, y después de comer algunos de los más de 400 quesos que hay en el país, comenzaban con el digestivo, algunas veces de elaboración casera y que ardían nada más arrimar el mechero. ¿Caro? Como en todas partes: lugares más caros que otros, productos más caros que otros, etc. ¿Qué en el metro había mal olor? Hombre si tu te montas en un vagón como si fueras en latas de sardinas en hora punta, con muchas criaturas que acaban de salir del trabajo, yo creo que ese mal olor lo pillas en cualquier punto del planeta. En cuanto que no iba a encontrar ni a un francés agradable; tenían razón… no he encontrado a uno…. ¡He encontrado un montón! Personas que se desvivían porque estuviésemos cómodos y a gusto entre ellos, que hacían un esfuerzo por comunicarse con nosotros para que no nos sintiéramos apartados, que nos abrían las puertas de sus casas con toda su hospitalidad y que han hecho de estas dos semanas unas vacaciones inolvidables. Así que si alguna vez has tenido ganas de visitar Francia y te han quitado las ganas, olvídate de eso y corre a pasar unos días allí, pues es un país precioso que por mucho que yo te diga, no va a tener comparación a cuando tu lo veas; la única pega era el tiempo, que era imprevisible y costaba trabajo encontrar en el cielo al sol, aunque la temperatura era magnífica. Sólo recomendarte que no viajes con ideas preestablecidas, ya sea a Francia o a cualquier otro lugar del Mundo, ni pensando que lo de tu país o tu pueblo es lo mejor que existe. Sigue sus costumbres y prueba a vivir siguiendo sus maneras, come como ellos y bebe como ellos,… te llevarás una agradable impresión.

Desde aquí, Flori y yo queremos dar las gracias a Antonio y a Virginy por ser unos guías magníficos, y a todos esos amigos que hemos dejado en Francia por su hospitalidad y amabilidad.

2 comentarios:

  1. TOPICOS TIPICOS TIPICOS TOPICOS. ESTO DECIA LA CANCION.
    TE CONTESTAS UNO QUE HA SALIDO FUERA BASTANTE.
    LO MALO DE ELLO, ES QUE SE TIENE QUE VOLVER.

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  2. muchas gracias a vosotros por venir a nuestro pais, y gracias por esas palabras tan bonitas os quiero a los dos besosss muy fuertes

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