Hace un par de semanas, Luis y yo estábamos arreglando unos asuntos en Sevilla, y como terminamos pronto, decidimos acercarnos hasta la Harley y la Kawa, para ver las novedades de este año y para enredar, más que nada. Lo primero que me llamó la atención fue la nueva distribución de las tiendas, que ahora están prácticamente pegadas, y el taller compartido queda mucho más próximo que antes. Como entramos por el taller, observé que había varias "jarleis" con un cartel que ponía "Pruébame", lo que supuse que eran motos de demo. Después de ver como Luisillo babeaba en la Kawa con la nueva
VN900 custom, y en la Harley con la
Sportster 48 (que le queda como un guante), yo hice lo propio con la nueva
Blackline, que si en internet es guapa, en vivo es "la caña". En fin, que hablando con el comercial, se me ocurre preguntar que qué hay que hacer para probar una de las motos de demostración. La respuesta fue mucho más fácil: -"Entra en
H-D Sevilla y solicita una prueba" (tienes en la columna de la derecha el enlace para hacerlo). Tal y como llegué de Sevilla me metí en la página y solicité la prueba de una
Street Glide blanco mate perlado que me dejó alucinado. En tres sencillos pasos tienes solicitada la prueba, con la única condición que lleves ese día el equipo y el carnet de conducir. Pues bien, el martes 12 a las 9:30 am, estaba el tío con la parienta en la puerta de la Harley para recoger la moto. Los comerciales te tratan de manera cordial y te dan una pequeña charla sobre la instrumentación de la moto y algunas indicaciones más, dejándote a partir de ese momento una hora y media para que tu la disfrutes a tu ritmo. Lo primero que noté de la moto fueron esos más de 100 kilos de diferencia con mi moto, que al comienzo me resultaron difícil de manejar en parado, ya que incluso midiendo 1,87m de altura, me cuesta plantar las dos plantas en el suelo. Una vez en marcha, la moto se porta de maravilla, y el problema del peso se esfuma incluso rodando entre el tráfico del Quinto Centenario, que pasé mientras escuchaba música por los altavoces que incorpora, que no distorsionan ni a altas velocidades. El cuadro de mandos es de lo más completo, dándote información constante sobre todos los parámetros que te puedan interesar. La estética de la moto es arrolladora, y sinceramente, sin el guardabarros delantero, me gustaba aún más, dando un toque gamberro a la moto que le iba como anillo al dedo. Una vez que salimos de la SE-30 y tomamos la vieja Ruta de la Plata, comenzamos a disfrutar de verdad de la moto. Música de fondo, buena temperatura, la carretera para nosotros solos,... ¡una gozada!. La moto entra estupendamente en las curvas, aunque si te soy sincero no estrujé demasiado el puño del gas, puesto que cuando recoges la moto, debes firmar un papel donde te haces responsable de ella, y una moto de más de 25.000€, se me escapa un poco de presupuesto; además, la visera de la moto es muy corta y deriva todo el aire hacia mi cara, lo que me hacía que se movieran el casco jet y las gafas cuando pasaba de 120 kms/h. Las Street Glide de 2011, al igual que todas las touring de este año, calzan un motor de 103 pulgadas cúbicas (1.690 cc) que respondía con contundencia cada vez que se retorcía el puño del gas. Del mismo modo, la unidad que probamos tenía incorporado frenos ABS, que gracias a Dios no tuvimos que utilizar en ningún momento. Después de desayunar en El Ronquillo, pusimos rumbo de vuelta pero esta vez por la autovía. Reconozco que me sentí a gusto rodando por la autovía con esta moto, y si me la hubieran dejado para todo el día me hubiese ido por lo menos a Cáceres. Te sientes como el Rey de la Carretera con esta moto por la autovía: conectas la velocidad de crucero, das voz al equipo de música para escuchar el "Que guay es tu gel"y con una postura ergonómica y cómoda dejas pasar la tira de asfalto por debajo de las ruedas. En cuanto al pasajero, la postura es muy cómoda, puesto que el asiento y los estribos permiten una posición bastante relajada, aunque un respaldo le vendrá bien al que pretenda hacer muchos kilómetros con acompañante. Cuando llegué con la moto y entregué las llaves ya me quedé mirando la próxima, pues además de la Street Glide, habían por allí una
VRod Muscle (amarilla), una
Sportster 1200 custom y una
Street Bob, que estaban diciéndo: "¡Pruébame!, ¡Pruébame!....¿A qué estás esperando para solicitar tu prueba?
Estoy deseando a ver si alguna revista del sector hace una comparativa entre la Street Glide, la Voyager Custom de Kawa y la Cross Country de Victory, porque todas tienen un marcado aire bagger que las hacer irresistibles. Esperemos verlo pronto.