El comienzo de año ha sido productivo, al menos, a nivel personal. Creo que desde que ha comenzado el 2016 he salido en moto prácticamente todos los fines de semana. Además, en las últimas semanas he podido estrenar dos nuevas cámaras deportivas para ir grabando las salidas en moto que vamos realizando, consiguiendo mejorar la calidad de los vídeos, ya que permiten una mayor definición de las imágenes en movimiento. Nuestras dos últimas rutas me han permitido rodar con los amigos y visitar de nuevo lugares extraordinarios de nuestra geografía, como son la zona de El Chorro (Málaga) o la localidad de Zuheros y Doña Mencía (Córdoba).
En el primer caso disfruté muchísimo del itinerario ya que rodamos en su mayor parte por carreteras de sierra con un trazado plagado de curvas entre paisajes naturales fantásticos, atravesando toda la zona de los embalses de Guadalteba y Guadalhorce hasta llegar al "Caminito del Rey", acceder por una bella carretera hasta Álora y desde allí por el Valle de Abdalajís hasta acceder a la monumental Antequera. En esta ocasión no nos paramos mucho a visitar pero disfrutamos enormemente de la carretera.
En el segundo caso, fue lo contrario; las carreteras no fueron tan espectaculares (salvo el tramo que va desde Doña Mencía hasta Zuheros), pero sí que nos permitió descubrir la fortaleza de Doña Mencía (reconozco que no la había visto nunca). La pena es que hay que concertar previamente la visita interior y no fue posible acceder en esta ocasión a sus almenas. Sin embargo, Zuheros sí nos brindó la oportunidad de visitar su museo de historia y su castillo. Las vistas son una auténtica pasada. Y después de varios intentos en los últimos años, fue una alegría poder conquistar otro castillo para el grupo.
Lo que sí me tiene un poco preocupado, es que cada vez nos juntamos menos miembros del grupo en las rutas. Da igual que sean largas o sean cortas... Siempre somos los mismos. Está muy bien eso de "pocos, pero bien avenidos", pero echo en falta a muchos de esos miembros que no se perdían una ruta. Obviamente soy consciente que las circunstancias personales de algunos de nuestros amigos les imposibilitan salir a la carretera (antes que nada está la familia cuando nos necesita), pero no puedo dejar de sentir añoranza de aquellos tiempos cuando salíamos a rodar y me encontraba rodeado de miembros del grupo con sus flamantes motos customs limpias como si estuvieran recién salidas del concesionario. Ya hemos pasado antes por momentos así, y luego hemos conocido a más amigos que se han incorporado a nuestras filas renovando las ganas de rodar de los que llevamos más tiempo por aquí. En fin. Ya iremos viendo que da de sí el 2016
Nos vemos en la carretera
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