Pensar que sólo dos días antes de que sucedieran estos trágicos acontecimientos habíamos estado compartiendo kilómetros y cervezas, haciendo planes para la siguiente ruta, haciendo planes para las próximas vacaciones de verano,... -El jueves te llamo para quedar para ir el viernes a Sevilla, que no trabajo- me decía mientras nos despedíamos con un abrazo.
No se me va de la cabeza. Me cuesta entender cómo alguien con tanta vida, con tantas ilusiones, con tanta alegría como desprendía, se va así, tan de repente.
Sólo encuentro consuelo al recordar tantos momentos vividos a su lado, tantos lugares que hemos conocido juntos, tantos ratos agradables compartidos, y el esperar que algún día, nuestros caminos se vuelvan a cruzar allá donde esté y volvamos a rodar por carreteras interminables, parando en antros celestiales donde la cerveza nunca se calienta.
Conocía a "Manu" un 30 de enero de 2010; me acuerdo porque mi afición a hacer fotos, me dejó varias imágenes de aquel día en el que celebrábamos una fiesta en Pub Benjumea. Fue un amigo común; José "el Muni", el que me lo presentó, a lomos de una virago. Después vendrían algunas salidas en moto y algún fin de semana como el que pasamos en la concentración de Los Buitres "Leonaos" de Cáceres. A estas alturas, ya sabía que era una gran persona y una persona de las que tenias que tener cerca si querías pasar un rato agradable. No tardó mucho en querer llevar el parche de los Customs-Bikers a su espalda y cambiar la virago por una drag star 1100. Las rutas se fueron sucediendo cuando podía, porque una cosa que tenía clara, es que su familia estaba por encima de todo; su mujer y sus hijos lo eran todo para él.
La relación entre los miembros del grupo se fue consolidando, convirtiéndose poco a poco en una relación de amistad, más que de compañeros, compartiendo momentos fuera y dentro de la carretera.
En 2012 hicimos nuestras primeras vacaciones, en moto, juntos, acompañados por nuestras respectivas parejas. 7 días recorriendo el sur de Castilla-León y el norte de Extremadura. Daba gloría pasar los día con él. Ver como disfrutaba y se le iluminaban los ojos ante un bello paisaje, al pasear por un bonito pueblo de calles empedradas, al contemplar un edificio ajado por el tiempo,... Un "todoterreno" al que le daba igual ocho que ochenta, que a nada le ponía peros y se adaptaba a lo que fuese surgiendo. ¡Cómo voy a echar de menos esos gin tónics en la terraza del hotel, después de cenar, cuando las mujeres se iban a dormir por el cansancio de la jornada! Tus anécdotas, tus inquietudes, tus planes, tus vivencias,... Siempre supiste disfrutar la vida.
Tuve el privilegio de acompañarte a buscar tu Harley-Davidson. Tuvimos que hacer más de 600 kms para ir a por ella y traerla a Gilena. Temblabas nervioso, como un colegial después de su primer beso, al bajarte de la moto en la primera parada que hicimos. Habías alcanzado uno de tus sueños. ¡Qué pena me da que sólo la hayas podido disfrutar durante un año! Ojalá, allá donde vayas, te ofrezcan barra libre de motos para que escojas la que más te guste.
Vinieron muchas rutas: unas largas, otras cortas, visitas a concentraciones y fines de semanas entre amigos compartiendo kilómetros. El grupo fue creciendo, y gracias a la buena prensa que dabas al grupo, varios paisanos de tu pueblo se fueron integrando en el grupo. Más amigos de distintos pueblos fueron llegando, y todos te iban cogiendo cariño. Y ¿cómo no te iban a coger cariño si desprendías alegría allá por donde fueras?
Aunque tu cuerpo ya no se encuentre entre nosotros, tu espíritu y tu alma nos acompañará siempre. El amor que te tenían tu mujer y tus hijos, y el aprecio que te teníamos todos cuantos te conocíamos no dejarán que tu recuerdo y tu memoria caigan en el olvido. Siempre vivirás en nuestros corazones, porque has sido una parte importante en nuestras vidas.
Hasta siempre, hermano. Algún día nos volveremos a ver
ESTE VÍDEO ES NUESTRO PEQUEÑO HOMENAJE A UNA GRAN PERSONA