¡No!. No me he equivocado y no quería decir "En moto por Francia", puesto que en este primer viaje al país del Joe Bar Team, no hemos ido en moto, pero si hemos tratado de empaparnos todo lo posible del ambiente motero de nuestro país vecino, pues nada más atravesar la frontera veías una gran cantidad de bikers viajando en moto. En cuanto encontramos un puesto de prensa nos pillamos unas cuantas revistas customs francesas para ver lo que se cocía por estos lares. Las revistas son prácticamente como las de aquí, sólo que a mi me costaba más saber lo que ponía, pero si se puede apreciar que el gusto por las motos de la vieja escuela están de moda por todas partes. También nos enteramos que el fin de semana que volvíamos tenía lugar en el centro de Francia la concentración Free Wheels, organizada por los Hell Angels y abierta a todo tipo de motos. Estuvimos viendo si había alguna cerca mientras estábamos allí, pero no hubo suerte. El primer domingo que estuvimos allí nos acercamos al Circuito Carol situado cerca de París, donde disfrutamos de un buen ambiente motero, viendo como entraban los aficionados a toda pastilla en las curvas. Tan rápidos iban que contemplamos un accidente en directo que dejó inconsciente al piloto en medio de la pista. Al quitarle el casco los servicios de emergencia vimos que por lo menos era sexagenario, y que estaba bien.
El primer día que visitamos París, nos recorrimos todos las tiendas de motos de la gran avenida que parte desde el Arco del Triunfo y que es la continuación de los Campos Elíseos, pues buscábamos el concesionario Harley para traernos de recuerdo una camiseta del HD París. Desde allí tuvimos que desplazarnos al barrio de la Bastilla, donde también encontramos un concesionario llamado Absolut Cycles y que es el importador de la nueva marca americana que quieren introducir en Europa: Knievel Cycles y que contaba con un pequeño museo con cuadros de inspiración en la Motorkulture y motos clásicas. Entramos en una auténtica cafetería motera que nos dejó alucinados con su decoración y con el motor boxer de BMW que contaba con cuatro grifos de cerveza. Pero el mejor día, fue cuando visitamos la preciosa localidad de Sens y en la agradable plaza situada entre la catedral y el mercado, encontramos un par de Choppers entre otras preciosidades. Mientras tomábamos algo en la plaza comenzamos a oír el bramido de motores que se acercaban, y entre humo y ruido un grupo de al menos 40 motos invadieron la plaza acompañadas de coches americanos y algún sidecar clásico con motor francés. No sabíamos a dónde acudir con tanta moto transformada... ¡como allí no pasan ITV! Ya podían aprender aquí en España.
En el camino de regreso a casa, nos vinimos atravesando el centro de Francia por unas carreteras preciosas que serpenteaban entre montañas y donde nos encontramos con un montón de motos que subían hacia el Free Wheels, que ya hemos hablado de acercarnos un año a disfrutar de la que es "El Faro Francés".
LA PRÓXIMA VEZ QUE VAYA A FRANCIA: ¡EN MOTO!
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