Esta semana me he llevado una sorpresa al encontrarme en la revista Motociclismo un pequeño reportaje sobre tres prototipos que ha fabricado el departamento de Honda Researcha & Development America utilizando como base diferentes modelos de la familia Honda VT 1300, pero como el reportaje era un poco corto he buscado algo más de información en la Red para que todos los que visitáis el blog podáis disfrutar de estos prototipos que fueron expuestos en el Long Beach Motorcycle Show. Para el proyecto, Honda contó con la colaboración de tres jóvenes diseñadores, a los que se le dio carta de libertad siempre y cuando el resultado final no se alejara demasiado de los modelos originales y estuvieran terminadas en un plazo de 3 meses.
El resultado es el que estás viendo en las fotos; tres preciosas máquinas denominadas: Slammer, de estilo Bagger y construida por Eric Dunshee, de la que cabe destacar el elegante carenado que envuelve el frontal de la moto, las maletas que cubren la rueda trasera y que le dan el aspecto trasero de un coche americano de los años 50 y que sirven para esconder un subwoofer de 10 pulgadas que permite llegar al sistema estéreo a los 500 watios de potencia , la llanta de 23” con ese anguloso guardabarros que la envuelve y la acertada pintura que la hacen una máquina única para rodar por las hightway americanas. La segunda moto en cuestión es la Switchblade, que a manos del diseñador Eduardo Birtulescu ha tomado un carisma más sport, recordando las motos que se ven en el Lago salado de Bonneville para batir records de velocidad. Este aspecto de moto caza-records se acentúa gracias a los guardabarros minimalistas que cubren ambas rueda, estando sujeta la trasera a un monobrazo, el filtro de aire, los semimanillares colocados en una posición muy baja y los mandos atrasados, así como el doble faro que se ve en el frontal. Otros cambios destacados han sido cambiar el cardan por una cadena convencional y mejorar las suspensiones, utilizando delante unas horquillas de marca Ohlins, así como una suspensión regulable en tres alturas a la que se puede acceder desde el asiento. También los frenos se han llevado un repaso para poder contener a la bestia. Por último encontramos al modelo Furious, inspirado en el modelo Fury, a la que se le ha conservado su estilizada figura pero convirtiendo el chasis en rígido. El “padre” de la criatura ha sido el diseñador Nick Renner, que ha querido reflejar en ella su visión de las motos de la “vieja escuela”. Se le aumentó el ángulo de ataque de la pipa de dirección y se le añadió una llanta delantera de 23” que queda desnuda al no llevar guardabarros. El manillar, colocado muy bajo, esconde todo el cableado por dentro, dejando el frontal muy limpio. El guardabarros trasero ha sido cortado hasta la mínima expresión, dejando a la vista el gordo neumático. La limpieza de líneas de la moto, así como el motor pintado de negro al igual que los dos tubos de escapes que apuntan paralelos hacia el cielo hacen de esta moto mi favorita, tanto por su presencia como por acierto al escoger la pintura que termina de vestir a esta preciosidad.
Espero que te hayan gustado, y si no es así, la próxima vez que Honda quiera hacer algún prototipo ofrécete tu para hacerla mejor (jejeje)
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