Hace un par de semanas nos juntamos unos cuantos amigos para adentrarnos de nuevo por la Ruta del Califato. En esta ocasión sería para recorrer la zona intermedia de esta bella ruta que une las ciudades de Córdoba y Granada. Para mí tiene un valor sentimental especial esta ruta, ya que fue de las primeras que hicimos juntos los primeros miembros de este grupo de amigos. Algunos, hasta iban estrenando moto, como nuestro amigo Pepe Pigne, que salía por primera vez con su flamante vulcan 800. En aquella primera ocasión, nos juntamos un buen puñado de amigos, y a todos nos sorprendió gratamente la localidad cordobesa de Priego de Córdoba y las carreteras por las que rodamos. Siguiendo con la intención de grabar todas las rutas que recojo en mi libro de Rutas por Andalucía, tenía muchas ganas de volver por estos pagos, ya que dicha ruta recoge algunas de las localidades que más me gustan de la provincia de Córdoba.
Puntuales, como ya nos caracteriza, salimos todos a las 9:15 desde Osuna para dirigirnos a Lucena, que sería desde donde empezaría nuestro periplo en esta ocasión. Siempre es un placer rodar por la carretera que une Lucena con Priego, pero en esta ocasión dimos un rodeo para acercarnos hasta Carcabuey, donde aprovechamos para desayunar y acercarnos hasta el conjunto que corona la localidad, con las murallas de su antigua fortaleza y su bella ermita. Muchos visitantes se quedaron sorprendidos al ver a un grupo de moteros subir con sus máquinas hasta la puerta del castillo. Algunos hasta nos hicieron algunas fotos.
Desde allí nos dirigimos hacia la localidad de Priego de Córdoba. A los que ya la conocen poco tengo que decirle de las maravillas que esconde esta localidad, y a los que aún no la conocen solo recomendarles que no dejen pasar la ocasión de acercarse hasta ella y visitar el conjunto de sus fuentes monumentales, el Barrio de la Villa, la fortaleza musulmana, sus iglesias,...
Desde Priego salimos en dirección Iznájar. A pesar de tener algunos tramos en mal estado, sigue siendo una bonita carretera muy divertida, con un buen conjunto de curvas de diferentes radios, combinadas con subidas y bajadas pronunciadas, mientras que el paisaje va cambiando a nuestro paso. Al llegar a Iznájar nos llevamos una desilusión al encontrarnos el embalse con muy poca agua. Una verdadera lástima. Desde el embalse subimos hasta el corazón de la localidad, y buscamos un aparcamiento que estuviera cerca del centro para visitar su casco histórico. No soy muy dado a recomendar sitios para comer, pero en esta ocasión encontramos un local bajando por la calle del ambulatorio que se llama Las Cuatro Esquinas, digno de ser recomendado. Bueno, bonito y barato... Nos dimos un "lote" de comer con un servicio estupendo. Con la barriga llena nos fuimos a visitar el casco histórico al rededor de la antigua fortaleza que defendía la localidad. Por desgracia no pudimos entrar en ninguno de los edificios emblemáticos de la localidad y tampoco pudimos acceder al mirador del Patio de las Comedias porque ahora han puesto un bar allí y se queda todo el lugar ocupado por las mesas. Sinceramente, creo que el ayuntamiento debería tomar medidas para dar más facilidades a los viajeros.
Cayendo el sol de media-tarde en otoño, pusimos rumbo a casa por la carretera de Rute. Bonita carretera para rodar en moto con las vistas del embalse a nuestro lado. Al pasar por Rute nos encontramos que todos sus museos estaban atestados de visitantes, así que habrá que volver en otra ocasión por la zona para degustar sus especialidades.
Nos vemos en la carretera.
P.D. Gracias a todos esos compañeros que me sirvieron de modelos para grabar la ruta. Sin ellos, los vídeos no quedarían igual de interesantes.
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