¡Vaya "rachita" que llevamos los C-B!... Entre asuntos de trabajo, compromisos familiares y enfermedades está siendo imposible quedar para marcarnos una buena ruta. Imposible quedar un buen número de miembros para salir a rodar o simplemente para tomarnos unas cervezas, y cuando nos podemos escapar, la mayoría del grupo tenemos que estar de vuelta temprano para cumplir con los quehaceres familiares.
En fin... Al mal tiempo buena cara, pero precisamente ahora que estamos en otoño es cuando llega un tiempo cojonudo para rodar en moto así que el pasado domingo algunos miembros teníamos ganas de salir a rodar pero una vez más con la hora de regreso estipulada por compromisos previos. Desde el jueves pensando qué ruta podríamos hacer que se pudiera realizar en la mañana del domingo pero que nos permitiera disfrutar de un buen puñado de curvas, rodar por sierras y tener algo que visitar en el camino. Tiramos de libro de ruta y decidimos acercarnos para la sierra de Cádiz. Al reunirnos en Lantejuela para desayunar y tomar el camino Miguel se da cuenta que se ha dejado la cartera en casa con toda la documentación necesaria para rodar. Rápidamente cambiamos de planes y decidimos poner rumbo hacia sierras de Málaga para atravesar el Valle de Abdalagís (hacia tiempo que no hacíamos esta ruta), pero probando suerte por si encontrábamos el castillo de Álora abierto para poder visitarlo. El paseo hasta esta localidad sencillamente genial y después de perdernos otra vez por las calles de la localidad para subir a la fortaleza tenemos la suerte de encontrarla abierta. Dejamos las motos en la puerta y nos adentramos entre sus muros y torres. La primera sorpresa nos la llevamos al encontrar un buen número de panteones familiares, lo que nos hace imaginar que la fortificación sirvió en otra época de cementerio local. Un agradable paseo entre sus muros disfrutando de las espléndidas vistas de la comarca y bajamos hasta el centro del pueblo para tomarnos la cerveza de media-mañana; no hay que perder las buenas costumbres.
Desde Álora tomamos la carretera que nos llevará hasta Antequera atravesando la localidad de Valle de Abdalgís y que le da nombre a todo el valle. Un buen surtido de curvas y con la agradable sorpresa de encontrarnos parcheada la carretera en algunos tramos que anteriormente estaban en un estado deplorable. Al llegar a Antequera no queda tiempo de adentrarnos entre sus calles para volver a disfrutar de todos los atractivos de esta localidad y hay que poner rumbo a casa por la A-92. En poco más de 40 minutos estamos en Osuna, donde nos separamos y cada mochuelo vuelve a su nido a cumplir con sus deberes familiares. ¡Qué ganas tengo ya de echar un día entero subido en la moto y volver a casa con el culo dolorido por las horas pasadas sobre la moto!
Si quieres saber más sobre la ruta pincha en el siguiente enlace y disfruta de todos los atractivos de la ruta de El Chorro hasta Antequera.
LIVE TO RIDE... Nos vemos en la carretera
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