Hace aproximadamente una semana improvisamos una pequeña ruta mañanera en la que volvimos a enfundarnos nuestras armaduras de caballeros... Recuerdo que llevaba toda la semana un poco apático con respecto a salir ese fin de semana en moto, pero el viernes el wasssaph del grupo de salidas en moto empezó a sonar. El personal tenía ganas de dar una vuelta pero no se ponían de acuerdo hacia donde salir. Al final se llegó al acuerdo de hacer lo más recorrido en estos casos, cuando por motivos laborales o familiares a las 14:00 hay volver a casa: desayunar en "El Chorro". Es una ruta rápida, que te permite disfrutar de la conducción en moto y de paisajes plagados de encanto. Cuando vi que algunos de los "hermanos" con los que hacía tiempo que no rodaba se habían animado a salir fue la excusa perfecta para animarme yo también a rodar con el grupo.
A las 9:30 "larguitas" salía la comitiva desde el punto de encuentro habitual en Osuna en dirección a Martín de la Jara para continuar por el recorrido habitual de Sierra de Yeguas y Campillos. Llegados al Chorro, lo primero fue buscar una mesa larga en El Kiosko para desayunar mientras volvíamos a contar las viejas batallitas de siempre, a la par que disfrutábamos de las vistas de las aguas del embalse.
Después del desayuno tocaba regresar, pero ya previamente habíamos acordado hacer una pequeña parada en el castillo de la Estrella de Teba. La mitad del grupo se separó ya que algunos miembros tenían ganas de seguir rodando y hacer algunos kilómetros más por carreteras de la Serranía de Ronda.
La verdad es que cuando lo ves desde lejos te lo imaginas totalmente en ruinas y te planteas si realmente merece la pena subir la inmensa cuesta que sube la colina, pero cuando llegas allí y ves el estado lamentable de los antiguos muros de la alcazaba y del perímetro de la fortaleza es cuando piensas: "¿Pa qué co.... he subido yo hasta aquí?". Por fortuna, ves algo de luz cuando te acercas hasta la torre del homenaje y ves abierta la puerta. Una puerta que te conduce varios siglos atrás, ya que el estado de conservación es ,muy bueno y el centro de interpretación cuenta con varias muestras de lo que debió ser aquel complicado tiempo de guerras fronterizas entre cristianos y musulmanes. La visita se completa con el visionado de un vídeo ilustrativo y con las explicaciones de la guía mientras que vas accediendo a las diferentes plantas de la torre. Allí nos enteremos de la historia de Sir James Douglas; un caballero templario y antiguo conocido de William Wallece (Braveheart), que participó en la conquista del castillo junto con otros 8 caballeros de la Orden del Temple. Por 3€ la visita merece la pena y es bastante entretenida, pero como algunos entraban a trabajar pronto, hubo que volver a nuestras monturas de acero y comenzar el regreso hacia Osuna, donde cada mochuelo volvió para su olivo no sin antes compartir una caña de cerveza antes de despedirnos.
Nos vemos en la carretera
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