Este domingo 30 de septiembre partíamos desde Lantejuela a las 8:30 un grupo de motoristas con motos clásicas acompañados por varios Customs-Bikers de las delegaciones de Osuna y Lantejuela. Al llegar a Paradas recogimos a otro nutrido grupo de motoristas que no se querían perder el evento, juntando así hasta 3 Bultacos Mercurio. Desde aquí, pusimos rumbo a Los Palacios, donde debíamos unirnos con otros aficionados a las motos clásicas de Sevilla. A la altura del Arahal, recogimos a varios miembros de los Customs-Bikers de la Sierra Sur, completando así la comitiva. Tras el encuentro en Los Palacios, un café calentito para quitarnos el frío de la niebla y una foto de recuerdo, reanudamos nuestro viaje hacia Sanlúcar de Barrameda. El ritmo era bueno e íbamos bien de tiempo, pero nadie esperaba lo que pasó... Javier de Sevilla ya había comentado antes de salir de Los Palacios que la moto le estaba fallando de batería, pero la que dio la cara fue la mercurio de mi hermano. Después de un sonoro crujido, la moto dejó de funcionar obligando a mi hermano a orillarse en la carretera, siguiéndolo todos los demás. A causa del intenso tráfico, algunos decidimos quitarnos de en medio para no entorpecer y nos adelantamos un par de kilómetros para salirnos de la vía. Al cabo de unos minutos vemos a la bultaco remolcada por una cuerda y nos informan que Javier ha tenido que llamar a la grúa, con intención de buscarnos en coche cuando deje la moto en Sevilla. Se decide dejar la bultaco en una venta de carretera para recogerla al día siguiente y después de pasar el testigo a la bultaco de Rafa, proseguimos el camino compartiendo El Gamba, la moto con Manolín.
Unas cuantas decenas de kilómetros más y llegamos a Sanlúcar sin más incidentes. A las afueras de la localidad nos reciben Andy y su padre Jesús, con su correspondiente Mercurio, con la que tendrá que cubrir la etapa hasta Algeciras la semana siguiente. Nuestros anfitriones guiaron la comitiva hasta varios lugares emblemáticos de la localidad para poder hacer algunas fotos para el recuerdo del evento, pasando primero por una enorme fábrica de sal, con unas montañas blancas impresionantes, y llegando posteriormente hasta el castillo de Santiago, donde tuvo lugar la entrega del relevo con su correspondiente foto.. Tras una cervecita en la cantina del castillo, nos dirigimos a casa de Andy donde nos había preparado una "tapita". La tapita resultó estar compuesta por varios platos a rebosar de diversos tipos de pescados, carne en salsa que estaba para chuparse los dedos, embutidos, tortilla y cuando ya no podíamos más....sirvieron la paella. Para colmo sacaron una tarta impresionantemente buena y su correspondiente café. Todo ello regado con cerveza como si no hicieran pruebas de alcohol y caldos de la tierra. ¡Mejor que a reyes nos trataron! ¡Y qué manos las de las cocineras! Muchas gracias por todo a Andy y a toda su familia. Estamos en deuda con vosotros y os esperamos en la reunión de clásicas de Lantejuela en marzo.
Nos vemos en la carretera.
¡Ah!. Una cosa más... el regreso fue un poco incidentado, ya que el grupo se separó en varias ocasiones y en la primera mientras esperábamos a los rezagados, casi nos denuncia la Guardia Civil por estar invadiendo el arcén. En cuanto nos reunimos y salimos, a mi se me volvió a jod....la caja de cambios teniendo que llamar a la grúa. Algunos de los participantes que se dieron cuenta, me esperaron y me acompañaron hasta que cargué la moto en la grúa. Otros se dieron cuenta de que faltábamos la mitad cuando casi habían llegado a Lantejuela.... En fin, son cosas que pasan. Próximamente subiré un vídeo con todos las fotos.
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