Aprovechando que tenía que ir a Ubrique a arreglar una chaqueta en la tienda del Pincha (lugar recomendado por precio y calidad) nos juntamos unos pocos customs-bikers (menos de los que nos juntamos últimamente) y decidimos aprovechar la ocasión para marcarnos una ruta por las sierras de Cádiz, concretamente por el PN de Grazalema. La ruta transcurrió tranquilamente, pues el tiempo acompañó, el ritmo de marcha fue bueno y nos encajamos en Ubrique en un salto. En el tiempo de tomarnos un café con una exquisita zurrapa, ya estaba terminada la chaqueta, y mientras recogíamos llegó un buen contingente de Águilas del Sur, para comprar algunas alforjas. Desde allí nos adentramos en pleno parque disfrutando de las vistas de la sierra, del trazado de sus carreteras,... una cervecita por aquí, otra por allá, y llegamos a un área de descanso donde montamos el almuerzo. Para nuestra sorpresa, el lugar ya estaba invadido por un grupo de "jarlistas" de Cádiz que estaban dando buena cuenta de sus viandas. Con la barriga llena tocó tomar el café en Grazalema antes de retomar el camino de vuelta atravesando el siempre cautivador Puerto del Boyar, que nos devolvería de nuevo a nuestro paso por El Bosque.
De regreso, a nuestro paso por Morón nos paramos en un lugar que siempre nos llama la atención por la cantidad de vehículos que hay entre sus vayas para curiosear un poco. Mientras flipábamos con los cacharros que se veían se acercó Mariano, el propietario de todo aquello y nos invitó a pasar a su taller, donde restaura todos sus vehículos. ¡"Pa" cagarse"...coches de principios del siglo XX, un camaro, y una decena más de coches, y entre las motos, una harley, una indian, BSA, etc... Pero lo mejor de todo es que nos dijo que lo mejor de su colección lo tiene en otro lugar, lo que nos hizo preguntarnos qué no tendrá alli.
Nos vemos en la próxima. LIVE TO RIDE
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