POR EL CERRO DEL HIERRO Y LAS CASCADAS DEL HUÉZNAR

Hacía tiempo que tenía ganas de volver a adentrarme por esta zona de la Sierra Norte de Sevilla. Primero porque me encantan sus paisajes, segundo porque no tiene nada que ver rodar por aquí en otoño que en primavera o verano y tercero porque cada vez que veía el vídeo explicativo que subí hace algo más de un año a nuestro canal de youtbe sobre esta ruta, me entraba dolor de barriga. ¡Qué mal grabado!.
Así que todo apuntaba que la próxima ruta me llevaría de nuevo al Huéznar. Como siempre me puse a a avisar a todos los colegas del grupo para ver si alguien podía,pero con las fechas que se aproximan de Navidad, el personal estaba muy ocupado. Me acordé que hacía unas semanas me tropecé con un colega que conocí en mayo pasando la ITV en Carmona. El iba con su iron y yo con mi sporty blanca. Después de un buen rato de charla quedamos en buscarnos en facebook para mantener el contacto y quedar para hacer unos kilómetros. Hace unas semanas me lo encontré por Sevilla en el concesionario de la marca de "Milguoqui" y volvimos a hablar de quedar para una ruta. Como el es de Lora del Río y nosotros teníamos que pasar por allí, le di un toque por si le iba bien. Acordamos a una hora y un punto para recogerlo.
El domingo a las 9:30 salíamos desde el Pub de Benjumea Manolo y yo con nuestras respectivas y a las 10:15 pasamos a recoger a Pedro con su Iron. Saludos de rigor, y nos ponemos en marcha pensando que nos íbamos a mojar, ya que el cielo pintaba muy negro hacia donde nos dirigíamos. No he rodado nunca con Pedro,pero tal como vi, como tomaba las primeras curvas que nos encontramos me di cuenta que conoce bien lo que lleva debajo del culo. Ritmo alegre hasta Constantina, donde hicimos un alto para desayunar, un poco de conversación acompañada de café y la frustración posterior cuando, una vez más, volvimos a encontrarnos el acceso al castillo de la localidad cerrado.

Ponemos rumbo hacia San Nicolás y segunda decepción: una de mis cámaras deportivas se niega a funcionar. ¡Me cago en "to"!. Después de varios intentos para devolverla a la vida la doy por jubilada. Nos ponemos en marcha disfrutando de los colores ocres y pardos de la sierra, mientras las curvas se van enlazando para hacernos disfrutar hasta el Cerro del Hierro. Una parada y nos ponemos a contemplar sus formaciones y sus paisajes.

De vuelta a las motos, continuamos hacia San Nicolás. Esta vez no hay parada en la playita del río, pues da la sensación que un tornado se lo ha llevado todo y no queda nada de la alegría y ambiente que hay en verano.

En pocos minutos tenemos aparcadas las motos en la puerta del Restaurante del Martinete. Faltan unos minutos para la hora de comer, así que nos acercamos hasta las cascadas. ¡Me encanta este rincón de Andalucía! Da igual la época del año. ¡Maravilloso!

Tras el paseo, damos buena cuenta de una opípara comida: todo riquísimo. Lástima que fuimos responsables y no lo regamos con un poco de vino, que hubiese sido lo suyo para disfrutarla del todo. Desde allí, por la carretera que acompaña al Huéznar en su curso en un buen tramo, fuimos disfrutando de nuestras monturas hasta la siguiente parada: el merendero conocido como la isla del Pescador o Isla Margarita. Estiramos las piernas, nos recreamos con el sonido del río pasando junto a este merendero y desde aquí hasta Cazalla de la Sierra, donde Pedro nos recomendó un local para tomarnos el café y donde pudimos disfrutar de sus vistas y de su terraza.
Ya sólo faltaba llegar a casa, y como siempre, cuando los caballos empiezas a oler la cuadra entran las prisas. A buen ritmo, pero sin correr y sin pausas, pasamos por Lora donde nos despedimos de Pedro (esperamos volver a compartir kilómetros pronto contigo, Pedro) y posteriormente Manolo me dejó a mi en Lantejuela para el hacer sus 40kms hasta Gilena.
Un día genial de motos y una compañía cojonuda para rodar.
Nos vemos en la carretera.
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