El domingo a las 10:00 ya estábamos en la entrada de la concentración; otros que como nosotros iban llegando, algunos que comenzaban a sacar las cabezas por las tiendas de campaña después de una noche movida y larga, motos que entraban y salían y algunos madrugadores en la cola del desayuno para llevarse algo sólido al cuerpo. Como siempre, esa legión de voluntarias nos servían con gran profesionalidad y con una sonrisa en los labios a pesar del cansancio acumulado tras varios días de trabajo intenso para que todo saliera perfecto. Tras el café y el mollete, tocaba inspeccionar el terreno mientras el grueso del ejército iba volviendo a la vida. Después del calor que hemos pasado en las dos últimas ediciones, desde que trasladaron la reunión a junio, era agradable caminar entre las tiendas sin que estorbara la chaqueta de la moto puesta; la temperatura era la ideal para caminar sin agobios de calor. Tras la visita a los puestos y a la zona de la carpa (el recinto este año era un poco más corto), tocaba apalancarse en la barra del bar para tomarse un refrigerio mientras el personal despertaba y se organizaba la ruta al pueblo. Con un refresco de cebada en la mano fuimos saludando a todos esos amigos/as que nunca faltan en este evento y con los que es un placer pasar un rato de charla donde nos fueron contando los acontecimientos del día anterior. Mientras tanto, el parking se iba llenando de motos. Sobre las 11:30 más o menos salió la ruta hacia el centro del pueblo y como ya somos "perros-viejos" en este evento, cortamos camino y nos fuimos a esperarlos a la plaza, donde no tardaron en llegar; más saludos y abrazos, conversaciones de diversos contenidos y por supuesto, refrescándonos con el dorado líquido que no es "pis".
De vuelta al recinto de la concentración ya nos encontramos a muchos que salían de regreso para sus hogares, otros que recogían sus tiendas y muchos que se iban colocando en la cola para pillar el almuerzo; dando la vuelta por la zona de acampada me encontré con la FXR de Mateo de Más-Gas, del que soy un fiel seguidor de su sección en la revista Mondo Biker: "Ruido de fondo". Así que no podía desaprovechar la oportunidad de fotografiarme con esa "tragamillas" que a pesar de sus años y de los muchos kilómetros recorridos, aún sigue luciendo palmito allá donde se ponga.
Con la barriga bien llena. nos acercamos hasta la zona del escenario, donde se iba a hacer entrega de los trofeos y del sorteo de regalos, con el particular "cachondeo" de "El Rata". También hubo momentos muy emotivos cuando hubo un sentido homenaje a una de las personas habituales entre los puestos de accesorios de la concentración y que falleció a lo largo de este año, haciendo entrega de un trofeo a su viuda y a su hija que no pudo articular palabra por la emoción contenida. Del mismo modo, otro emotivo momento fue cuando se pidió a nuestra querida amiga Virginie que subiera al escenario para despedirse de ella todos los miembros de Las Záguilas, ya que a pocos días después partiría de nuevo para su tierra. ¡Bon voyage cherie!.
Tras despedirnos nosotros también de "Birginia" (como dice el Carobe), pusimos rumbo hacia la Campiña, haciendo un alto en el nuevo local de reunión de la Delegación de Osuna: Milin´s Copas, en la travesía de Écija muy cerca del Arco de la Pastora, donde echamos un rato estupendo antes de que cada uno pusiera rumbo a su casa.
Nos vemos en la carretera.
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