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TU BLOG DE RUTAS POR ANDALUCÍA

sábado, 9 de julio de 2011

FUCK THE STOCK BIKES



Incluimos en este miserable blog una nueva sección llamada "Fuck the Stock Bikes", que viene a significar algo así como "que se jodan las motos de fábrica", y es que el espíritu del custom ha sido siempre tener una moto que fuera reflejo de tus gustos, tus intereses y que en cierto modo reflejara un poco tu personalidad. Con la nueva ley de Reformas de Vehículos de 2, 3 y 4 ruedas que comenzó a aplicarse a comienzos de años, las cosas han comenzado a ponerse un poco complicadas para los que nos gusta que nuestras monturas destaquen de los modelos originales que salen de cada fábrica, puesto esto del custom no hace distinciones entre marcas. A cualquiera de nosotros nos ha gustado hacerles alguna cosilla a nuestras monturas para cambiarles el aspecto: ya sea cambiar el manillar, poner un piloto trasero diferente, poner unos mandos avanzados,.... y eran pequeños detalles que si el ingeniero no iba con la escopeta cargada, hasta pasaba la ITV sin problemas. Hoy día te la miran con lupa, y te echan para atrás cualquier cambio que se haya efectuado en la moto que no esté autorizado por la marca en cuestión y que no esté correspondientemente homologado. ¿Quiere decir esto que ya no podemos transformar nuestras motos? Ni mucho menos; podemos optar por dos caminos: el camino legal, que es el de hacer todos los cambios en un taller autorizado homologando después toda la transformación para pasar la ITV y así poder rodar legales con nuestras monturas, aunque con bastante menos dinero en el bolsillo. Y tenemos el segundo camino; el de la picaresca española. Es decir, tener dos motos en una. Sin hacer cambios muy profundos en nuestras motos como cortar chasis o ensanchar basculantes, podemos limitarnos a colocar con cabeza una serie de complementos en nuestras motos que las hagan únicas y personales, de forma que cuando llegue el momento de pasar la ITV, dediquemos una tarde a quitarlos todos y poner de nuevo los originales. Una vez cada dos años tampoco es tan pesado y si nos para la Guardia pues tendremos que rezar a todos los Santos del Cielo para que no se fijen.
Este mes os traigo una propuesto sencilla de cómo convertir un modelo como la Sportster o la Vulcan 500 en un bobber, sin gastarnos mucha pasta. Esta idea también es válida para cualquier modelo de doble amortiguación y con depósito pequeño, que siempre queda mejor que un depósito grande.
Lo primero que debemos hacer es bajar la suspensión trasera con un par de amortiguadores más cortos de 11" o 10,50", que nos pueden costar según el modelo, entre 200 y 280 euros. Hay locos que cambian los amortiguadores por unos tirantes de hierro o acero, que dejan la moto muy baja pero con el consiguiente problema para tus vértebras.
Para continuar con la parte trasera, cambiar el piloto de la Sportster por un Sparto de corte más clásico no es mala idea, y subirá el presupuesto entre 30 y 50 € dependiendo de dónde lo busques. Podríamos cambiar el guardabarros trasero de la vulcan 500 por un Flat Fender (40€), que le daría un aspecto de la vieja escuela que le hace ganar en presencia, pero eso nos implicaría tener que cambiar también el piloto trasero y adaptarle unos nuevos soportes.
Unos escapes de corte clásico como los Trumpet, son casi obligatorios, con un precio aproximado de 70-80 € cada uno, que si lo unimos a la cinta anticalórica para acentuar la imagen bobber son unos 50€ más a la cuenta.
La parte delantera queda bastante lograda con tres elementos muy de moda hoy día: un manillar T-Bar de 10" (70€), unos puños coca-cola (entre 10 y 30€) y unos fuelles en las horquillas (40€).
Con presupuesto aproximado de 620€ podemos transformar nuestra montura en una preciosa bobber, o por lo menos en un proyecto. Si no nos queremos quedar aquí, podemos optar por buscar un asiento, que puede oscilar entre 100 y 180 €, rematando el trabajo con una buena pintura. La mayoría de seguidores de este estilo de motos piensan que cualquier color vale para un bobber siempre que sea negro. A mi me gustan los colores más cantones, que hacen que la moto destaque entre una multitud.
El mes que viene trataremos de transformar un softail
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