RUTA POR LA SERRANÍA DE RONDA (15-5-2016)

Últimamente estoy haciendo rutas que hice hace mucho tiempo con colegas que marcaron el inicio de los Customs-Bikers. Algunos de esos tramos estaban difusos o incluso olvidados en mi memoria, mientras que otros estaban presentes en mi memoria como si los hubiese hecho una semana antes. Pero más que recordar el trazado o los paisajes, lo que realmente se queda en mi cabeza son las sensaciones que transmite una ruta, y esta en concreto, es de esas rutas que te deja un buen sabor de boca y que te dibuja una sonrisa en los labios por un cúmulo de sensaciones satisfactorias que combinan lo divertido del trazado, la belleza de los paisajes y el encanto de los lugares y pueblos. Pero lo mejor de todo, es ver cada vez que parábamos un rato, en la cara de mis compañeros de ruta, que ellos también estaban experimentando sensaciones parecidas, ya que sus comentarios no dejaban lugar a dudas de que estaban disfrutando como niños.
Esta ruta nos permite adentrarnos en la Serranía de Ronda y disfrutar de sus espectaculares paisajes, rodando junto a paredes verticales de rocas a un lado y precipicios y gargantas al otro. Dicha ruta nos permite disfrutar de localidades como Montejaque, Benaoján, Cortes de la Frontera y otros pueblos del Valle del Genal.
Por desgracia, un compromiso familiar me obligaba a estar de vuelta pronto en casa y no pudimos disfrutar de todos los encantos de dicha ruta, aunque nos hartamos de curvas y, en algunos tramos, de baches. Si nos paramos un rato de Benadalid; hace mucho tiempo que tengo ganas de acercarme hasta el castillo árabe que hace las funciones de cementerio de esta pequeña localidad serrana. La sorpresa fue encontrar una escalera de asalto apoyada sobre uno de sus muros para que los curiosos podamos subirnos a echar un vistazo.
De regreso nos llevamos un buen susto y hasta que no pasen unos días, todavía estaremos un poco acojonados sin saber que habrá pasado. Rodando por una carretera serrana en dirección Ronda detrás de Guillermo, decidimos adelantarlo porque pensamos que se estaba pasando de prudente con la velocidad permitida y pegamos un tirón un poco alegres. Al volver a reunirnos nos comenta que estamos locos y si no hemos visto el helicóptero de la DGT....¡Glub! ¡Cagada enorme! El resto de la ruta la hicimos de lo más tranquilos.
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FIN DE SEMANA POR LAS ALPUJARRAS GRANADINAS

Llevábamos desde principios de año deseando echar un fin de semana por las Alpujarras granadinas. Algunos miembros del grupo no las conocían y otros, hacía tiempo que no rodábamos por allí. Pero por las inclemencias del tiempo y por los consejos de algunos amigos que nos decían que estaban padeciendo muchas heladas por la zona, desestimamos ir hasta que el tiempo mejorase. Para el puente del 1 de mayo las predicciones eran buenas y la ocasión se presentaba cojonuda. Pero claro, no a todos les iba bien pues ya se sabe que el mes de mayo es un mes complicado con el tema de comuniones y otras celebraciones, así que se descolgaban de esta ruta varios de nuestros incondicionales. Nuestro colega Manolo "El Gitano", se encargó de pillar el hotel; 50 euros con derecho a desayuno y parking; cuatro habitaciones dobles y una simple.
El día antes de salir, nos avisa Miguel que iba poder acompañarnos parte del camino y que luego se volvía, así que a la hora acordada nos encontramos todos en el punto de reunión y enfilamos nuestras monturas hacia Granada, para desde allí llegar a Lanjarón que sería nuestro campamento base. Del camino por autovía no hay que reseñar nada: monótono, aburrido y constante. Al llegar al desvío de Lanjarón cambia la cosa. Este pequeño tramo de kilómetros se hace muy ameno y divertido, siendo un preludio de lo que nos encontraremos en el camino. Al llegar al hotel nos llevamos una gran sorpresa: ¡El hotel está de p...madre! Lástima que no pudiéramos utilizar la piscina por estar fuera de temporada. Para colmo, Miguel nos confiesa que se le había jodido el compromiso familiar y que se quedaba con nosotros el fin de semana. ¡Cojonudo!. Dejamos los bártulos en las habitaciones y salimos "escopeteados" para el el Barranco de Poqueira, ya que la idea era comer en Pampaneira y visitar por la tarde Capileira antes de volver al campamento base.
Cuando suba el vídeo de este paseo hasta Pampaneira entenderás que te diga que todos llevábamos una sonrisa que nos llegaba de oreja a oreja. Preciosa carretera, magníficas estampas de postal y un trazado sinuoso y divertido. Y te puedo asegurar que los vídeos no hacen justicia a lo mucho que se disfruta esta carretera.

Tras comer en "Casa Julio" (lugar habitual en nuestras incursiones alpujarreñas), salimos a pasear por este bonito pueblo; a mi gusto el más bonito de los tres situados en el barranco. Vimos que se acercaba una nube amenazante pero no le echamos mucha cuenta ya que las predicciones no daban agua. Tras el paseo por las calles de Pampaneira, subimos hasta Capileira. Cuando llegamos a la localidad el día se había cerrado por completo. No es que tuviéramos encima una nube negra.... Es que nosotros estábamos dentro de la nube. Era como si estuvieses en un local donde todo el mundo fuma y el humo te rodea, sólo que sin malos olores.
Cafelito, paseo y vamos que nos vamos...pero antes, visita a uno de mis lugares preferidos. Muy cerca del cruce para subir a Bubión y Capileira, hay un mirador con unas piedras desafiando la ley de la gravedad. No nos podíamos venir sin una foto, así que hicimos una pequeña parada antes de realizar el regreso, aunque en esta ocasión las vistas no lucieron a causa de las nubes.

Al llegar al hotel, cada oveja a su habitación a pegarse una duchita y nos vemos en el hall del hotel. Como esta gente son unos "tardones", me acerqué con Flori hasta el mirador del castillo. Aún le queda un buen rato de trabajo para restaurarlo, pero al menos no tiene un aspecto tan lamentable como el que tenía la primera vez que lo vi hace 10 años. Salimos a cenar y después de un buen paseo nos vemos obligados a volver a los locales que hay en frente de nuestro hotel. Después de esperar un poco conseguimos un par de mesas y nos sentamos a cenar. Buena cena, buena compañía, buenos caldos y un rato de los más agradable. Viendo que había poco ambiente por la calle, decidimos tocar retirada e irnos a dormir. Al día siguiente tocaban un buen montón de kilómetros.

Los que no somos de dormir mucho, quedamos temprano para darnos una vuelta por Lanjarón y pasear un poco antes de ir a desayunar. En el camino nos encontramos con Miguel, que ya llevaba un rato levantado. Tras el paseo nos encontramos con el resto de la expedición y nos dirigimos al comedor del hotel para el desayuno... Yo creo que nos dieron de desayuno para tres días por lo menos: zumo, café, bollería, tostadas y churros.... ¿Y ahora quién se monta en la moto? Por si te interesa, te diré que el hotel se llama Miramar Lanjarón. La oferta hotelera es amplia, así que no deberías tener problemas para encontrar habitación si vas en primavera. En verano la cosa cambia.

El plan para el camino de vuelta, es volver hasta Órgiva (en este tramo tuvimos algunos problemas con unos ciclistas que iban como locos por la carretera), y desde allí, tomar la A-348 en dirección Ujíjar, rodando entre Sierra Nevada y la Sierra de Contraviesa: ¡ESPECTACULAR!
En Ujíjar hicimos una parada técnica para coger fuerzas y desde allí nos encaminamos hacia Laroles, donde comenzaríamos a subir el Puerto de la Ragua (2000m) para acceder a La Calahorra, donde nos dimos un buen homenaje para reponer fuerzas.

Desde La Calahorra hay poco más que contar. Viendo la hora y los kilómetros que nos quedaban decidimos acceder a la autovía y tirar millas, sin prisa pero sin pausas. Es una forma de hablar, ya que nos tragamos dos paradas técnicas. Yo no sé que es lo que tiene la autovía pero me cansa mucho más que una carretera de sierra con mil curvas. Al final, todos llegamos sin ningún incidente a casa, teniendo el recuerdo de otro gran fin de semana por lugares magníficos y habiendo disfrutado de la compañía de personas con las que compartes esta pasión.
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NOS VEMOS EN LA CARRETERA

RODANDO DE NUEVO POR LA SUB-BÉTICA

Hace ya algunos meses salí de ruta mañanera con mi colega "Jepe" y Guillermo. Iba a ser una ruta mañanera en la que visitaríamos algunos de los pueblos de la Ruta del Califato; entre ellos, el precioso pueblo de Zuheros. Por esas cosas que van surgiendo a lo largo de la ruta, no pudimos visitar tantos pueblos como queríamos, pero al menos, nos dimos una buena vuelta por el castillo de Zuheros y por su museo. Fue una ruta agridulce. Por un lado, había conseguido visitar y subir al castillo, al que nunca había entrado antes por no compaginar el horario, pero por otro lado me entró nostalgia de completar esta ruta, que fue una de las primeras que hicimos los Customs-Bikers hace 10 años, y en la que estábamos los cuatro colegas que empezamos con este proyecto. Así que pasadas unas semanas avisé al personal para realizar de forma íntegra dicha ruta, o al menos, en cuestión de carreteras, puesto que a lo largo de ella hay mucho por ver y hay que completarla y saborearla paso a paso. Para mi sorpresa se animó a acompañarme un buen puñado de amigos, entre los que se encontraban dos parejas, de las que nos juntamos en aquella ocasión hacía ya 10 años.

Con puntualidad inglesa nos pusimos en marcha desde Osuna, que otra vez había sido el punto elegido para reunirnos. Por desgracia se presentó una compañera de viaje que nadie había invitado: una niebla espesa y agobiante nos acompañaba prácticamente desde que salimos. Después de tres semanas mojándonos por culpa de la lluvia, era el momento de mojarse con la p...niebla. Una parada para desayunar en Puente Genil nos dio tiempo a que la niebla comenzara a levantar, dejando un día totalmente despejado una vez que habíamos pasado de Lucena y encaminábamos nuestros pasos hacia Zuheros, que sería nuestra primera parada. No os voy a aburrir diciendo los maravillosos rincones que esconde esta localidad cordobesa, pero os contaré que disfrutamos como niños en el puente colgante y de las vistas de sus miradores.

Continuamos nuestros recorrido hacia la localidad de Luque, donde nos acercamos hasta su castillo, aunque en esta ocasión, tampoco lo encontramos abierto, así que algunas fotos por el casco antiguo y nos ponemos en marcha porque algunos de los participantes en la ruta ya estaban locos por mojarse por dentro con una espumosa. Les pedí paciencia y los llevé hasta la Estación de Luque tras disfrutar de un corto pero divertido trayecto. Aquello estaba hasta los topes de visitantes de diferentes nacionalidades y de gente que se había ido allí a disfrutar del almuerzo junto a los viejos vagones habilitados como restaurantes.
Empezamos a rodar por la N-432 en dirección Granada para buscar nuestro siguiente punto de interés: Alcaudete (Jaén). Desde lejos ya se puede apreciar la figura de su fortaleza, sobre el conjunto del municipio. Nos acercamos a un establecimiento que nos habían recomendado para comer, sabedores que a la hora que llegamos iba a ser imposible visitar la fortaleza. Después de una excelente comida, nos internamos entre las calles céntricas de Alcaudete y subimos hasta su castillo, donde pudimos disfrutar de unas excelentes vistas y de la robustez de sus altos muros.

El tiempo se nos echaba encima y aún nos quedaban muchos kilómetros por recorrer hasta nuestro punto de partida, así que había que descartar la visita a otras de las localidades de esta ruta. No me importó demasiado porque hacía poco tiempo que había estado por la zona y había vuelto a visitar la Fortaleza de la Mota en Alcalá la Real; así que tengo bastante material para poder montar un vídeo explicativo de la ruta y subirlo a nuestro canal de youtube. Por lo pronto, os dejo un pequeño vídeo de lo que os espera si decidís realizar esta ruta que pasar por las provincias de Córdoba y Jaén.
Nosotros disfrutamos de un excelente día: buena compañía, recuerdos, fortalezas medievales, carreteras divertidas, bellos paisajes,...No se podía pedir más a esta ruta.
Nos vemos en la carretera
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