¡Uuufffff! Si que hace tiempo que no publico nada por aquí. Ya casi ni recuerdo cómo se ponen los dedos en los teclados.... Entre la edición de vídeos nuevos para el canal de youtube y la página de facebook (sin contar las horas que tengo que echar en casa para preparar cosas para el trabajo), me queda poco tiempo libre para dedicarlo al blog. Y os aseguro que me da coraje porque me gusta escribir por aquí, ya que me permite compartir las vivencias con el grupo y así trabajar un poco la memoria.
No me enrollo más. Arrancamos los motores y empezamos.
A comienzos de marzo el motoclub Cherokees de Jerez, junto a la Asociación Andaluza de Coches Americanos, organizaban su IV Edición de las pruebas de aceleración de cuarto de milla para coches americanos. Llevaba tiempo queriendo acercarme por este evento, que comienza oficialmente desde el sábado en la sede de los Cherokees y el domingo se traslada al aeródromo de Trebujena para realizar las pruebas. A mediados de semana empiezo a tirar de móvil y nos juntamos nueve motos para salir en dirección Trebujena. La idea es echar la mañana viendo el ambiente y tirar para casa antes de que llegue la tormenta que está prevista para mediodía en esta zona de Cádiz. Después de algunos imprevistos en la carretera que hacen que el grupo se divida en dos, y gracias a que Antonio el "Cachimba" había estado anteriormente en el evento, encontramos las instalaciones. Si algún día vas, debes buscar en la carretera que une Trebujena con Jerez las indicaciones de "Tiro al Plato". Sigue ese camino y llegarás al aeródromo después de un par de kilómetros. Al llegar vemos que la zona desde donde se ven las pruebas de aceleración está un poco vacía, pero no nos preocupamos porque era temprano. Metemos las motos en el recinto y empezamos a alucinar con los coches que por allí se veían: mustang, camaros,... Me sentía como uno de los figurantes de las "pelis" de "A todo Gas" que meten entre los coches para hacer bulto. Un ambiente estupendo, donde la gente no tenía ningún reparo en abrir los capós de los coches para enseñarnos los motores o para hablarnos de sus coches. Eché un poco en falta algún hot-rod preparado al estilo Gas Monkey, pero la verdad es que había máquinas chulísimas.
Cuando nos hartamos de babear por allí nos fuimos a la zona de seguridad para ver las pruebas de aceleración. La organización estaba genial y cuidada hasta el último detalle para que primara la seguridad de los visitantes y de los pilotos. Había un poco de todo. Algunos que sólo habían ido para hacer algunos runs y no ponían a tope sus máquinas y otros que protagonizaban auténticos piques.
Viendo que el cielo se encapotaba por momentos decidimos ponernos en camino. El grupo se dividió en tres y cada uno tiró para donde quiso. Mi grupo sufrió un buen remojón porque la lluvia hizo acto de presencia y nos acompañó casi todo el camino de vuelta. Según me enteré después, los otros grupos tampoco se libraron de una buena mojada. Espero poder volver el año que viene y disfrutar también de la fiesta en la sede de Cherokees.
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Pocos fines de semana después, nos habíamos enterado que el motoclub N-331 celebraba su tradicional ruta por la zona norte de la provincia de Málaga, así que decidimos salir a su encuentro y agregarnos a su ruta en Mollina para acompañarlos hasta llegar de nuevo a Villanueva de Algaidas, que era donde tendría lugar el almuerzo. Por fallos de entendimiento y equivocación en la salida del pueblo por donde pasaba la comitiva no pudimos unirnos a ellos. Como sabíamos que primero pasarían por Antequera y posteriormente por Archidona decidimos llegar a esta última y esperarlos en la salida de la localidad. No creo que tardaran más de 10 minutos en pasar. Nos unimos a la comitiva y partimos a buen ritmo entre un buen puñado de motoristas hasta Salinas, donde se hizo un alto en el camino para que el que quisiera pudiera tomar un refrigerio. Aprovechamos para ver algunas de las motos que había por allí y desde luego que vimos muchas que nos gustaron. Con una buena organización nos pusimos en marcha hacia Villanueva de Tapia, adentrándonos desde allí por una estrecha carretera entre olivos en dirección a Villanueva de Algaidas. Por desgracia, justo delante de nosotros, un motorista cayó al suelo. Gracias a que se estaba conduciendo con prudencia y a ritmos tranquilos entre tanta gente, la caída no tuvo más consecuencias que una rodilla magullada, un pantalón un poco rajado, un espejo roto y el evidente cabreo que cogemos todos cuando nos vamos al suelo.
Al llegar a la localidad nos condujeron hasta el museo Berrocal; ¡No!.... no era un museo de tetas. No tenía nada que ver con la querida Yola. Era un museo de arte moderno protagonizado por este artista nacido en Villanueva de Algaidas. Como dato curioso os contaré que fue el diseñador del primer busto de Goya que se entregó en los premios del cine español, pero por su elevado peso, fue remplazado en las siguientes ediciones por el que todos conocemos.
Tras la visita tomamos rumbo a casa y a mitad de camino.... ¡Otra vez agua! Y eso que odio conducir bajo la lluvia, pero está visto que esta primavera me toca mojarme.
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Y ya para terminar, el pasado 17 de abril nos acercamos hasta la localidad de Casariche, que celebraba su primer encuentro de coches y motos clásicas y no queríamos perdérnoslo ya que su club de clásicas nos acompaña en Lantejuela cada año en nuestra reunión. Llegamos temprano y comenzamos a ver como las calles del centro de la localidad comienzan a llenarse de ese espíritu de antaño con un buen puñado de coches clásicos de diversas marcas, estilos y épocas. Junto a la plaza del ayuntamiento están las motos y hasta allí nos dirigimos con amigos que acaban de llegar desde Lantejuela y Osuna. Mientras vemos esas preciosidades restauradas vamos saludando a muchos conocidos que acuden a nuestra fiesta cada año y que ya son como de la familia.
Sobre las 10:30 se pone en marcha la comitiva para realizar una ruta por la comarca, pero antes hacemos una parada en el Centro de Interpretación de Casariche para ver un buen puñado de vestigios de su pasado romano, entre utensilios de la época, mosaicos, etc. Allí nos vimos con los amigos de Gilena, que nos comentaron que se iban a acercar Badalatosa a una reunión de motos que había en esa localidad, así que decidimos salir con ellos para ver cómo estaba el ambiente. Al llegar al centro de la localidad nos lo encontramos vacío. Nos comentan que habían salido de ruta y que estaban por Benamejí. Así que una cervecita y ponemos rumbo a casa.
Como puedes ver, las últimas rutas no han sido demasiado atractivas en cuanto a carreteras se refiere, aunque hemos disfrutado de la visión de bonitas motos y coches potentes. Pero a decir verdad, esto no es lo que más me haga disfrutar. Ya estoy deseando montarme en la moto y darme un buen paseo con los colegas por carreteras de montaña, llenas de curvas y de paisajes de los que te dejan la boca abierta. A ver si se van ya estas lluvias tan necesarias, pero a la vez tan "jodidas".
Nos vemos en la carretera
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