OPERACIÓN: VINO DE CÓMPETA

Llevaba ya algún tiempo queriendo hacer una ruta para subir hasta la bonita localidad de Cómpeta con la moto puesto que hasta ahora siempre que he ido lo he hecho con el coche para traerme algunas garrafitas de ese vino tan bueno que hacen con pasas. Las últimas semanas que lo he intentado siempre me ha surgido algo que me ha impedido hacer la ruta, pero en esta ocasión, la llamada de Rafa el viernes por la noche, junto con el cambio de día para ayudar a una amiga a hacer la mudanza, precipitaron los acontecimientos.

Mientras desayunaba en la sede pensando que no se iba a presentar nadie, sonó el móvil...-¿Quién es?

- Soy el Tam. Espérame que ya voy "pa" allá.

Yo había quedado con Rafa en la Venta de la Yedra sobre las 10:45, pero ya se sabe que juntarse con "fontaniegos" es llegar tarde siempre. Por suerte, la delegación de Córdoba también llegó tarde y prácticamente coincidimos a la misma hora.

Una vez que los estómagos se llenaron con buena zurrapa de la sierra comenzamos la parte más interesante de la ruta, que es la bajada hasta Vélez-Málaga atravesando la Axarquía por su arteria principal. Este tramo fue muy divertido pues a pesar de los innumerables baches y hundimientos de la calzada (bien señalizados) el trazado mixto de curvas permiten un ritmo alegre mientras disfrutas de las vistas de las montañas (una incluso estaba nevada), de los pueblecitos blancos sobre las laderas y por supuesto el Embalse de la Viñuela. Continuamos hasta que nos dimos de bruces con el Mar Mediterráneo, poniendo rumbo Este por la autovía hasta llegar a la salida de Torrox, que nos permitiría subir por una carretera revirada y a la vez preciosa, hasta la localidad de Cómpeta, donde paramos a descansar un poco y a reponer fuerzas después de un pequeño picnic junto a la iglesia parroquial. Después de degustar los manjares, nos dirigimos hasta el museo del vino, donde además del café, pudimos degustar el famoso vino de pasas (el colega nos soltó encima de la mesa una botella enterita para nosotros); ¡Qué bueno que estaba! Ahora estábamos propios para ir enlazando las curvas de bajada que nos devolverían hasta Vélez-Málaga de nuevo. Y así, entre almendros, riachuelos y el mar de fondo, volvimos a bajar de las montañas para comenzar el regreso, disfrutando del itinerario hasta Antequera, donde las dos delegaciones se separaron para regresar cada cual a su "olivo".

Sólo agradecer a Carlos, Rafi, Rafa, Sole, Tam y a Flori su compañía y por hacer inolvidable lo que hubiera sido una simple ruta si se hace en solitario

Nos vemos en la carretera. LIVE TO RIDE

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