ÚLTIMAS SALIDAS EN MOTO DURANTE EL MES DE OCTUBRE (2016)

 Llevaba ya, casi un mes sin publicar nada en este blog, y no será porque no hayamos salido en moto, sino porque no se pueden tener tantas cosas en la cabeza a la vez. El canal de youtube, el de facebook, el blog de rutas por Andalucía, y además, cumplir en el trabajo. El mes de octubre ha sido bastante intenso en cuanto a salidas en moto, aunque también hemos tenido que hacer algún alto en el camino motivado por las lluvias otoñales.
Comenzamos el mes realizando una ruta por el P.N. del Cabo de Gata en Almería, juntándonos tres parejas para disfrutar de esta tierra. Puedes ver toda la información en nuestro blog de rutas; PINCHA AQUÍ

 Una de las rutas anteriores con las que más he disfrutado fue una tarde que empleamos para subir al Torcal de Antequera. La atmósfera estaba limpia y nos permitió disfrutar de todas las vistas que te ofrece y del paseo de ascenso hasta el parking superior, rodando rodeados de piedras esculpidas caprichosamente por los efectos del agua y del viento durante miles de años.
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Nuestra última salida para despedir el mes, ha sido por la provincia de Jaén, recorriendo parte de la Ruta de los Nazaríes. Nuestro objetivo era llegar a la población de Porcuna, ya que esta ruta hacía unos 8 años que no hacía y tenía ganas de enseñarles a los colegas dicha localidad, ya que es una pequeña desconocida, a pesar de que en época romana, fue de las poblaciones más importantes del sur de la península. Como sabíamos que la carretera que une Valenzuela con Porcuna está en muy mal estado, decidimos dar un rodeo por la localidad de Bujalance, atravesando parte de la ruta del Califato. Carreteras anchas, en buen estado en general y de curvas largas y abiertas para no tener que cortar gas y dejarte llevar por el ritmo.
Llegamos a Porcuna y lo primero que hicimos fue acercarnos hasta la plaza donde se sitúan la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción y el Ayuntamiento, que alberga una interesante muestra de arte íbero y romano.

 Desde allí, nos acercamos a la Torre de Boabdil, que es de lo poco que queda de la gran fortaleza que debió ser. Dos plantas con muestras del pasado de la población desde la prehistoria, donde me llamó la atención que hubiese un diente de tiburón que encontraron, ya que parece ser, que hace millones de años, toda esta tierra estaba sepultada por los océanos. Desde la azotea, las vistas del pueblo, con el paseo de Jesús y la Casa de la Piedra, rodeados por el inmenso mar de olivos de la Campiña jienense y cordobesa, es impresionante en días despejados que te dejan abarcar un gran terreno con la vista.

Tras bajar de la torre, nos encaminamos al paseo de Jesús para visitar la Casa de Piedra y el mirador. De la Casa de Piedra, sólo te diré que si no la has visitado, debes hacerlo si las ruedas de tu moto te conducen alguna vez por aquí: ¡impresionante! No te diré nada más.
Desde Porcuna, tomamos la A-306 en dirección a Jaén, ya que la idea era volver por la carretera A-316 que une Martos con Alcaudete, y ya de paso, a petición popular, hicimos un alto en el camino en la localidad de Martos para comer. Nos acercamos a la zona que está junto al auditorio y al parque, que está plagado de establecimientos y comimos de maravilla.
El camino de vuelta estuvo bien escogido, con tramos de carreteras geniales para rodar en moto y regresamos a casa cayéndonos la noche encima.
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NOS VEMOS EN LA CARRETERA

III CLASIC-CROSS DE LANTEJUELA (2016)

 El 25 de septiembre volvimos a reunirnos junto a un grupo de locos por las motos clásicas de motocross en Lantejuela. Después de un mes de trabajo por parte de algunos organizadores del evento, para preparar el circuito y que todo estuviera preparado para el evento, llegó el día esperado por tantos amigos, que desde que se comenzó a celebrar este evento, se acercan hasta Lantejuela para compartir esta jornada oliendo a motores de 2T.

 Desde temprano, algunos equipos llegaron para montar sus boxes y mostrar las monturas que participarían en las mangas. Puch, montesa, rieju, bultaco, gilera,... y algunas más que hicieron las delicias de los aficionados que podían caminar libremente por el paddock y conversar con los corredores.
Preparaciones de última hora, risas, nervios, buen ambiente y unas enormes ganas de que comenzara todo el tinglado se entremezclaban por igual. A partir de las 9:00 se abrían las inscripciones para que los pilotos fueran pasando a rellenar el formulario que les permitía el acceso a la pista. Un riego más al circuito y se abría para que los pilotos que quisieran, pudieran tomar contacto con el recorrido. Mientras tanto, las zonas aledañas al circuito se iban llenando de espectadores deseosos de escuchar el sonido de estas viejas corredoras.

Tras las primeras tomas de contacto con el trazado, los pilotos de la categoría hasta 80cc fueron llamados a la línea de salida. Diversidad de edades componían la parrilla; desde sexagenarios hasta veinteañeros, contando también con una chica entre los participantes..

Como siempre, la primera vuelta fue la más emocionante, ya que todos los pilotos iban en una piña y se iban adelantando unos a otros totalmente entregados. Fallos de motor, caídas sin consecuencias, saltos, derrapadas,... se iban sucediendo a lo largo de las seis vueltas que duraba la primera manga. Al finalizar, todos los pilotos volvieron al paddock para poner las monturas a punto para la segunda manga, mientras que la barra de la carpa comenzaba a ambientarse, mientras se esperaba la primera manga de la categoría OPEN.

La parrilla de la categoría OPEN era menos numerosa que la anterior, pero el público estaba muy motivado porque había tres pilotos locales participando: el "Yoi, chico", "el Francés" y Víctor Grijota.

A pesar de la poca participación, la manga estuvo muy reñida, hasta el final, entre un piloto veterano y Víctor, reviviendo los típicos piques de antaño entre montesa y bultaco.

Una jornada estupenda en la que no importaba quién ganara o quién terminara la carrera; lo que primaba era ponerse a prueba y estrujar los motores de las máquinas. Sentir la adrenalina correr por las venas y revivir aquellos tiempos del motocross de ayer.

Una jornada estupenda entre amigos y olor a gasolina. Una jornada para divertirse y disfrutar de la locura que transmiten todos estos amantes de las motos del ayer.
Gracias a todos los que hacéis posible este evento.
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