miércoles, 24 de agosto de 2016

BUSCAR MOTOS DE SEGUNDA MANO Y SUEÑOS ROTOS

Hace una semana, un buen amigo, y compañero del grupo de los C-B, me comentó que había visto una moto de segunda mano en Málaga, a través de internet y que le gustaría ir a la casa de compra-venta para verla en directo y saber cuánto le darían por su preciosa dragstar 1100. De este modo, quedamos tres amigos para acercarnos hasta Motos Rueda a ver la susodicha moto. Una vez allí, estuvimos viendo la moto, que es poco menos que un barco, pero que se encuentra en muy buen estado, y aunque el dinero que le ofrecieron por su moto era un poco menos de lo que el esperaba, salió de la tienda haciendo sus cálculos y con sus sueños en el aire. Ya que estábamos por Málaga, acordamos acercarnos a un concesionario de la capital malagueña, del que habíamos oído hablar mucho, tanto por amiguetes que se han comprado sus motos allí, como por otras personas que han visto la tienda y les había gustado mucho. Después de marearnos un poco por las avenidas de Málaga, dimos con el concesionario HD y entramos para ver si tenían algo de segunda mano que fuese interesante. La tienda me pareció montada con muy buen criterio, y por supuesto era una exaltación de la marca de "Milguoqui". El chico que nos atendió fue muy correcto y atento a todas nuestras dudas y preguntas. Tras la visita, pusimos rumbo a casa y nos marcamos unos kilómetros por la sierra para hacer el camino más ameno y huir un poco del aire.

Por la tarde, cuando me senté en ordenador, subí algunas fotos de nuestra experiencia en Málaga en el facebook, como tantas otras veces, para compartirlo con otros usuarios amantes de las H-D. Lo que no podía imaginarme, es la cantidad de mensajes que me iban a llegar o los comentarios que fueron apareciendo en mi publicación, haciendo referencias a susodicho concesionario, y no precisamente hablando bien. Casi todos hacían referencia a unos casos de ventas de motos H-D a unos usuarios, que al igual que tantos otros, tenían el sueño de comprar una moto de la marca americana y buscaban una moto de segunda mano, que se adaptara a sus necesidades, pero que se encontraron con una moto que distaba mucho de la información que habían visto en internet. En algunos casos habían tenido que legalizarlas puesto que pertenecían al famoso caso H1, con el consiguiente desembolso de dinero que acarrea, y en otros casos, se encontraron con motos que de motor estaban para rehacerlos de nuevo, y que por supuesto, el concesionario no quería saber nada.
Todo esto me ha hecho pensar en el tema de la compra de motos de segunda mano, y lo indefensos que estamos los usuarios, que un buen día nos atrevemos a soñar y comenzamos a buscar por la red ese sueño en forma de moto, pero que nos enfrentamos a multitud de riesgos. Siempre se ha dicho que comprar en una empresa "seria" es más fiable por el tema de la garantía y todo eso, pero visto lo visto, más vale tener suerte.
En mi caso, hace 23 años compré mi primera moto custom en el concesionario: una kawasaki vulcan EN500, con la que estuve 13 años y que jamás me dejó tirado en la carretera. Sólo tuve algún problemilla con la batería (y era por dejadez mía) o con los escapes, que se los comía. Pero un buen día, tuve un flechazo con una 883... me gustó mucho y no estaba mal de precio. Se la compré a un particular, aunque me la financió un concesionario oficial... En la segunda ruta que me pegué, la moto empezó a darme tirones en la carretera. Tras pararme y mirar un poco que todo estuviera bien le miré el depósito de aceite, que estaba extremadamente bajo. A partir de ahí estaba más pendiente del consumo de aceite, que es desmesurado, pero el chico que me vendió la moto siempre me dijo que él nunca se había percatado de nada de eso y que a él no le consumía aceite... 10 años llevo ya con mi sporty y así sigue. Algún día la llevaré a un buen mecánico para que me ponga el motor a punto. Por este motivo, un buen día, empecé a buscar otra moto y se me puso a tiro una sportster 1200 de carburación a muy buen precio. Además era de alguien conocido. La moto daba un poco de aceite por algunas juntas, pero me dijo que era cuestión de darle un apriete para solucionarlo. En mi primera salida con la moto, la moto llegó chorreando aceite por las juntas. El arreglo salió caro, pero como era un particular y no había garantías, pues tocaba apechugar. ¡Mira que te dije que la compraras nueva o en un concesionario para tener garantía!.... En fin, supongo que os podéis imaginar la frustración que sentía, ya que pensaba que se habían aprovechado de mis sueños. Llegué a pensar que tenía que haber hecho caso a los consejos que me habían dado de comprarlo en un concesionario, pero viendo los casos que he leído en facebook, no puedo dejar de pensar, que estamos en manos de cualquier desaprensivo que quiera engañarnos, aunque siempre queda la opción de meternos en un largo y costoso proceso judicial para tratar de arreglarlo. Desde aquí todo mi apoyo a todas esas personas que han visto truncados sus sueños por personas o empresas que lo único que buscaban era ganar algún dinero sin importarles engañar, estafar o romper esos sueños de alcanzar esa libertad que te da ir a lomos de una moto.
Por mi parte, si vuelvo a intentar comprar una moto, posiblemente vuelva a ser de segunda mano: buscaré, rebuscaré, me desplazaré para ir a verla, las probaré y cruzaré los dedos para que la persona que está a mi lado sea una persona íntegra, con principios y moral, por encima del afán de ganar dinero a costa de los sueños de las personas y que sea totalmente sincera con respecto a lo que me esté vendiendo; de este modo, al menos sabré lo que me estoy llevando a casa y sabré si estoy pagando un precio justo.
Nos vemos en la carretera

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