lunes, 6 de enero de 2014

PRIMERA RUTA DEL AÑO: ACINIPO (Ronda la Vieja)

El pasado domingo día 5 de enero, día de cabalgatas de Reyes, después de todas las fiestas sin apenas tiempo para quedar con los colegas para salir a rodar en moto, quedamos para dar una vuelta aunque fuera pequeña con intención de estar de vuelta para las dichosas cabalgatas. Las predicciones eran de frío pero se suponía que no habría tormentas ni vientos como los de días anteriores. Así que en cuanto sonó el despertador me puse la ropa adecuada para no pasar demasiado frío y puse rumbo al punto de reunión. Al final sólo fuimos cuatro los que pudimos juntarnos...Unos por trabajo, otros por compromisos familiares y otros porque sencillamente la noche les confunde, no se presentaron a la hora acordada. ¿Cuatro?... Pues cuatro... ¡Miguel, ponte el primero y marca el ritmo! ¡Joputa!...¡Esta juventud está loca!. La idea era acercarnos hasta Setenil y volver por una carretera muy atractiva que sale de esta localidad primero hacia El Gastor y después hacia Olvera. Antes de llegar a Setenil paramos a desayunar, así que al llegar a dicha localidad pregunté si ya la conocían, a lo que todos contestaron que sí. Puesto que todos conocían la localidad y que ya habíamos desayunado decidimos acercarnos a las ruinas de Acinipo, que ellos no habían estado nunca. No es que hayan avanzado mucho en el yacimiento desde la última vez que lo visité, pero siempre merece la pena acercarse hasta los restos del teatro romano y contemplar lo que aún queda de él y las impresionantes vistas que se ven desde el muro posterior, que da a un tajo cortado en vertical que acojona cuando te asomas.
De vuelta a las motos volvimos a la carretera de El Gastor, tan divertida como la recordaba. En este caso era Manolo el que imponía su ritmo mientras balanceaba la moto a un lado y a otro en cada curva que se encontraba en el camino. ¡Van siempre como locos!. Al llegar al cruce que indica hacia Olvera encontramos un cartel de carretera cortada; - No pasa nada... La última vez que pasé por aquí también estaba el cartel y se pasa sin problemas- No habíamos andado ni 50 metros cuando nos encontramos un trozo de carretera de unos 20 metros de largo hundido al menos a un metro de profundidad. ¡Mieeeerrrrda! Como lo de volver por el mismo itinerario nunca se nos ha dado demasiado bien, decidimos llegar hasta El Gastor y luego enlazar con la carretera de Ronda-Algodonales para continuar nuestro camino hasta Olvera. Fue una decisión acertada. Ninguno habíamos estado antes en este pueblo serrano y al atravesarlo nos encontramos con algunas estampas pintorescas que hacer de este pueblo un lugar con encanto para parar alguna mañana por lo menos para tomar un café y verlo con más detenimiento. 
Desde Olvera sólo tuvimos que dirigir nuestras monturas hasta el punto de encuentro para que cada uno pusiera rumbo a su respectiva casa, poniendo así punto y final a otra ruta. ¿Corta?...Sí, pero entretenida y con mucho para ver y disfrutar, y más aún cuando se va en buena compañía.
Nos vemos en la carretera




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