domingo, 30 de diciembre de 2012

ÚLTIMA RUTA DEL AÑO (30-12-2012)


El pasado día 30 de diciembre de 2012, nos reunimos unos cuantos amigos con la sana intención de dar una última vuelta en moto antes de que terminara el año. No íbamos a hacer muchos kilómetros, sólo era una excusa para salir una vez más a la carretera, rodando por la siempre atractiva ruta del Califato, acercándonos en esta ocasión hasta los yacimientos arqueológicos de Torreparedones, que se encuentran entre Baena y Cañete de las Torres.
Pues bien; la ruta no empezó demasiado bien por ninguno de los tres flancos desde donde comenzamos...  por un lado, desde Lantejuela salimos con un poco de retraso ya que a mi se me hizo un poco tarde. Una vez que nos juntamos "El Gamba", Jesús y yo, salimos para Osuna donde recogeríamos a Luisiyo, que para variar, llegaba tarde y además en coche...No se le puede reprochar nada ya que iba con un resfriado de coj... y además hacía un frío que calaba (de hecho, llevo resfriado desde ese día). A toda leche por la autovía para recoger primero al grupo de Martín de la Jara, llegamos a la gasolinera de Gilena, y para colmo el acompañante de José e Isabel se había quedado con las sábanas pegadas y estaban esperándolo. Así que decidimos seguir los de Lantejuela para recoger en el cruce de Herrera al hermano de Jesús, que venía desde Campillos. Para nuestra sorpresa, aún no había llegado, lo que nos extrañó bastante. Tras una llamada de móvil, nos enteramos que se había entretenido porque tuvo que dar media vuelta en el itinerario que tenía previsto hacer porque la niebla no lo dejaba ver nada, y tuvo que dar un rodeo.."Er total"....Que cuando llegamos a juntarnos todos eran más de las 11 y todavía no habíamos llegado ni a Lucena. Después de desayunar pusimos rumbo hacia Baena sin parar. Como las carreteras están en un estado exquisito, no tardamos en llegar. Tras atravesar la localidad ante la expectación de los transeuntes por el sonido de 5 motos customs, tomamos la carretera de Cañete de las Torres: os diré que es una atractiva carretera para rodar en moto ya que tiene muchos desniveles, un buen número de curvas pero que no entrañan dificultad salvo algún virage si vas colado y unas bonitas estampas al rodar rodeados de colinas y algunos tajos formados por el río Guadajoz. En su contra os diré simplemente que tiene algunas irregularidades en la calzada y no tiene arcén. Aún así disfruté mucho por ella hasta que llegamos a la indicación del yacimiento y vimos que tendríamos que hacer 5kms por camino y carreterillas estrechas y en mal estado. De todas formas no tardamos mucho en llegar hasta el parking acondicionado para visitantes, y tras una pequeña charla y 2€ por persona, nos adentramos en esta antigua ciudad íbero-romana. Era increíble ver a los hermanos buscando con la mirada por el suelo posibles restos... y de hecho nos indicaron algunos fragmentos de cristales y de bronce que pertenecían a los habitantes de esta ciudad. De lo que más me llamó la atención fue la monumental entrada (restaurada), el foro y el santuario, pero sobre todo, las preciosas vistas que se apreciaban miraras para donde miraras, porque no veas lo alto que se fueron para levantar la ciudad. Como diría Asterix: -Estos romanos están locos.
Tras la visita y el almuerzo junto al río Guadajoz, pusimos rumbo a casa haciendo unar parada técnica en Espejo para tomar café mientras que su castillo volvía a saludarnos a nuestro paso. Casi he perdido la cuenta de las veces que he pasado bajo su atenta mirada.
Si ves en las fotos la imagen de una persona que no os suena mucho, os diré que nos la presentó José; es Luis, un jareño afincado en la Palmas de Mallorca, que suele venir cada vez que puede para la tierra, y normalmente en su flamante Street Bob, que es un objeto de deseo para muchos de nosotros. Esperamos que repita alguna otra vez antes de volver a las islas.
Luisiyo...Si llego a saber lo malo que me iba a poner me hubiera ido contigo en el coche...¡¡¡¡Vaya resfriado!!!!!
Nos vemos en la carretera

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