Mentiría como un bellaco si dijera que esta reflexión me ha venido a la cabeza mientras iba rodando en mi moto en alguna de esas largas travesías donde cada uno va solo con sus pensamientos...No. Por desgracia no ha sido así, ya que llevo todo el mes de octubre sin poder montar en moto desde la última rotura.
Esta reflexión me ha venido después de ver la película protagonizada por Anthony Hopkins en 2005, donde se cuentan las peripecias de Burt Munro: un neocelandés (de Nueva Zelanda- Oceanía; por si lee esto alguien de Osuna), que cruzó el Océano Pacífico en 1967 con su Indian Twin Scout, para participar en las carreras de velocidad del Lago Salado de Bonnebille y probar de lo que era capaz de dar de si la moto que durante tantos años había estado afinando y preparando. Después de varios contratiempos consiguió hacer la prueba estableciendo un nuevo record de velocidad para motos de cilindrada inferior a 1000CC, superando los 300 Kms/h, cuando contaba con casi 69 años. ¡Toda una proeza y un sueño cumplido, que se fue gestando durante mucho tiempo!.
Sinceramente no es que sea una película de mucha acción, ni de grandes efectos especiales y ni tan siquiera de diálogos transcendentales; pero sin duda si es una película que te transmite muy buenas sensaciones, que te hace pensar que si deseas algo con fuerza y luchas por ello, puedes hacer que se cumpla.
Yo soy de esos tontos que se alimentan de ilusiones y de sueños, pues pienso que en esta vida se debe tener una meta para hacerla más interesante. Entre mis listas de sueños hay algunos que sé de antemano que jamás se cumplirán, aunque tampoco es que yo vaya a poner mucho empeño en que se cumplan o yo pueda hacer mucho para que ocurran. Entre ellos se encuentran por ejemplo acostarme con Pamela Anderson (¡Siii! Pamela, ¿qué pasa?. Los vigilantes de la playa hicieron mucho daño a mi generación) o tener una colección de motos en las que se incluyan una chopper y un bobber a medida y un modelo de cada familia de HD. Son sueños que no tengo ninguna esperanza que se cumplan pero que ahí están. Luego hay sueños más humildes pero que nos van haciendo más llevadera la existencia; salir cada fin de semana con mi moto, quedar con los colegas para tomar unas birras, cambiar el manillar de la moto o pillarme esa camiseta que siempre he buscado,...Son sueños que se cumplen fácilmente y que nos van dando pequeñas alegrías. Y en algunas ocasiones ves cumplidos sueños que ni siquiera te atrevías a tener y que los catalogabas como aquellos que son imposibles; jamás me había atrevido a imaginar que tendría una HD en mi cochera o que tendría una pareja con la que compartir mi afición por las motos y que además no me pone mala cara cuando le digo que me voy con los colegas a pasar el fin de semana por ahí.
Cuando le pregunto a algunos colegas dónde vamos a ir de vacaciones en moto en verano me dicen que soy un loco por pensar eso con tanto tiempo. Soy consciente que la vida da muchas vueltas y que nadie sabe dónde vamos a estar mañana, pero es esa ilusión de esperar el momento, de ver si todo saldrá bien, si nos juntaremos unos cuantos para hacer el viaje si podremos hacer la ruta como la habíamos pensado o tendremos que modificarla; esa ilusión no cuesta dinero y es la que nos da la vida, sin tener que hacer grandes desembolsos.
Por todo esto, te animo a que tengas sueños, que seas idealista, que no tengas miedo a imaginar lo que deseas, pues la vida ya es bastante cruel y dura en estos tiempos, pero jamás nos podrán quitar nuestra imaginación y nuestros deseos.
LIVE TO RIDE
PD; Ahora sueño con tener una moto que no me deje tirado cada 100 kms
Nos vemos en la carretera
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