sábado, 3 de diciembre de 2011

BUSCANDO OTRAS CARRETERAS: BUSCANDO OTROS LUGARES


Parece mentira, pero en más de una ocasión pensamos que conocemos lugares por los que estamos cansados de pasar o creemos que conocemos todas las carreteras atractivas para rodar en moto que se encuentran a menos de 100 kilómetros a la redonda de nuestra localidad. Este fin de semana sólo disponía para pegarme unos kilómetros el sábado por la mañana así que pensé en dos destinos que tenía ganas de repetir. Al final, deseché los dos, puesto que por motivos personales tendré que acercarme a uno de ellos durante la semana próxima, y el otro está relacionado con una apuesta, y ya que la otra parte interesada no podía acompañarme, y no se conformaba con las fotos que yo estaba dispuesto a hacer, no tenía mucho sentido ir sólo para tener que repetir la ruta próximamente. Después de mucho meditar, opté por acercarme a desayunar a la localidad de El Bosque, que siempre es un placer rodar por esas carreteras. Al acercarme a Montellano por la carretera de Morón, volví a ver una torre albarrana que se ve a lo lejos en dirección a Las Cabezas de San Juan. En esta ocasión, en lugar de dejarlo correr, detuve la moto para contemplarla desde la distancia: -¿Se podrá visitar?. En seguida comencé a plantearme una ruta en la cabeza que me llevaría a visitar otra fortaleza de la que había oído hablar y de paso conocería otras carreteras que por la zona que atraviesan deben ser atractivas. Dicho y hecho. Puse rumbo hacia la torre. A pocos kilómetros de Montellano se puede contemplar desde la carretera, pero la subida estaba cortada por una verja. Si tengo que ser sincero, creo que si hubiese estado abierta tampoco hubiese subido, pues había un buen trecho desde la carretera. No hay mal que por bien no venga. Continué por esa carretera y me encontré con un cartel que me indicaba obras -¡Mierda, la calzada está hecha un cromo!. Falsa alarma. Sólo fueron unos metros, ya que enseguida me encontré con la carretera con una capa de alquitrán nueva que se internaba entre colinas hasta la provincia de Cádiz. El trazado era muy divertido e invitaba a tumbar en las curvas, hasta que llegué a una zona de explotación ganadera donde las entradas de los cortijos estaban llenas de barro y las ruedas me recordaron que el barro y la velocidad no son muy buenos aliados. Al final, haciendo este rodeo, que me recordó que tengo que traer por aquí a un colega con barbas y gafas de Osuna para que se divierta con las curvas, volví hasta Montellano para buscar la fortaleza de Cote, que está entre esta localidad y Coripe (ambas de la provincia de Sevilla-Gracias Luis). La forma del castillo me sorprendió, pues no estoy acostumbrado a ver castillos con esa forma de cuatro cilindros unidos. Tras preguntar a una persona que pasaba por allí, me animé a subir haciendo rally, pues las cuestas eran pronunciadas y encima el camino estaba lleno de surcos producidos por el agua. Con más pena que gloria conseguí subir y encontrarme con la puerta del sendero que sube hasta el castillo cerrada. Al menos disfruté con unas vistas magníficas de la sierra, me enteré que dicho castillo pertenece a la Ruta de los Castillos Testigos de la Reconquista , y disfruté del descenso con la moto que no había quien la controlara. ¡No vuelvo a subir en moto hasta que me juren que el camino está arreglado! El resto del camino me permitió disfrutar de bellos paisajes de montaña y de curvas de infarto que hicieron que volviera a rozar los escapes en más de una ocasión. Voy a tener que cortarlos más.
Unos 200 kilómetros en total en unas 3 horas parando para el desayuno. Creo que voy a incluir esta ruta en el blog de rutas para aquellos que sólo disponen de unas horas para disfrutar de su moto. Desde luego, yo pienso repetirla.
Nos vemos en la carretera

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