RUTA A CÓRDOBA

Aprovechando que todavía estoy de vacaciones de Navidad y que tenía ganas de probar la moto haciendo unos cuantos de kilómetros, decidí salir a dar una vuelta hasta la ciudad de los Califas y así aprovechar para sacar unas fotos para el dichoso libro. Una vez más me he sentido traicionado por el "hombre del tiempo", pues ayer salió diciendo que iban a subir las temperaturas y que se esperaban para Andalucía un sol radiante...¡será mentiroso!. El día amaneció con un poco de niebla, pero como la ruta iba a ser corta no me importó esperar hasta las 10:00 para salir, pensando que la niebla se iría disipando y en el momento que abriera el día haría calor o por lo menos menos frío. ¿Quién me iba a decir a mí que la niebla no se iba a levantar hasta el mediodía? ¡Joder qué mal rato hasta que llegué a Córdoba? No veía nada porque la niebla me empapaba la pantalla y tenía que ir con la mano izquierda usándola como si fuera el limpiaparabrisas, la humedad me llegaba hasta los huesos, y el frío me tenía las manos agarrotadas. Para colmo, cuando llego a la rivera de Córdoba para poder acceder hasta la zona de la Mezquita, me la encuentro cerrada por obras y tengo que hacer el paseo a pie, con un frío que te cagas. A causa de la niebla, que no terminaba de abrir, no he conseguido ni una foto buena, aunque reconozco que he disfrutado caminando por el casco antiguo y sobre el puente romano, dejándome impresionado la fuerza del agua que llevaba el río Guadalquivir.

Para el regreso, opté por volver por la N-331, pasando por las localidades de Fernán-Núñez, Montemayor y La Rambla, para así hacer unos pocos kilómetros más. La moto ha ido como la seda, pero lo que si me ha dejado consternado ha sido el aspecto de los campos anegados por el agua, los arroyos que se han salido de su cauce inundando todo lo se encontraba a su alrededor (casillas, naves, campos de cultivo,...), los campos de cultivo encharcados al no poder tragar más agua, y los alrededores de Écija con un aspecto desolador. Ojalá el tiempo no de una tregua para que todo vuelva a su lugar.

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